Lo contrataron para pintar, robó en la casa y simuló ser testigo del robo
El hecho ocurrió por calle Salta, casi Parajón Ortiz, en barrio Ameghino. Policías lo atraparon al revisar las imágenes de un domo ubicado en el sector.

El accidente ocurrió durante la siesta del primero de noviembre en el puente Juan Domingo Perón. La joven, de veinticuatro años, está internada en Córdoba. El hombre que manejaba la camioneta ya fue identificado, per o aún no lo encuentran.
Mientras ella está colgando la ropa en el patio, su celular, adentro de la casa, está sonando. Cuando lo agarre, en un rato nomás, verá que tiene varias llamadas perdidas del hermano, de la madre, de la cuñada. Está soleado. Son las dos y media de la tarde del sábado primero de noviembre y la mujer, ahora, se entera por qué tiene varias llamadas perdidas: bomberos están trasladando en ambulancia a su hija Milagros y a otras tres chicas al Hospital Pasteur. Todas están heridas: iban en moto y, en el puente Juan Domingo Perón, una camioneta las chocó. De la camioneta aún no se sabe mucho porque el conductor, después del choque, escapó.
Mientras la madre de Milagros va al Pasteur, a su hija, de veinticuatro años, ya le están haciendo estudios. Los estudios dirán que ella es la más grave de las cuatro: tiene desplazamiento de cadera, fisura de bazo a la altura del abdomen, muñeca quebrada, dos fracturas expuestas en una pierna y dos cortes en la otra. Esas lesiones indican, en principio, que la camioneta pasó por encima de Milagros.
Se decide, urgente, derivarla, al Hospital de Urgencias de Córdoba. A la capital llega a eso de las ocho y media, nueve de la noche y desde ese día sigue internada, en coma farmacológico inducido.
—No la pueden tener despierta por su dolor —dice Yanina Sasia, su madre, el dos de diciembre, un mes después del accidente.
Ella, empleada de comercio de cuarenta y cinco años, todavía no puede hablar con Milagros y lo que sabe del accidente lo sabe de las charlas que mantuvo con las otras tres chicas y con algunos testigos. Entonces, si ella contara el accidente, quizá diría algo así: Milagros manejaba una Honda Wave y, con ella, iba una amiga también de veinticuatro. A la otra moto, una de 125 o 150 cilindradas que iba al lado, la conducía su sobrina de diecinueve con una criatura de un año y medio, dos a lo sumo, que cuida. Las chicas estaban cruzando desde Villa Nueva hacia Villa María y casi terminando el puente Perón se encontraron, de frente, con la camioneta, que cruzó en contramano, desde Villa María.
—Era una Hilux blanca. La secuestraron a la semana del accidente —dice.
Si Yanina siguiera contando lo que pasó, tal vez lo diría así: la persona que las chocó las miró desde la ventanilla, mientras gente pedía ayuda, y les dijo: 'Ya vengo. Voy a buscar el seguro y vuelvo'. Y nunca más volvió. Yanina contaría, además, que las chicas fueron auxiliadas por una mujer que venía detrás de ellas en moto y por un hombre que estaba pescando. Luego llegaron bomberos y policías, y las llevaron al Pasteur.
Yanina viaja todos los días a Córdoba. La lleva su hermano. Desde Villa María salen a las nueve y media de la mañana. A la sala donde está su hija solo puede entrar una persona y la visita no puede superar la hora. Yanina pasa y está con ella a veces una hora, a veces cuarenta y cinco minutos. A las dos de la tarde recibe el parte médico. Después, regresa.
—Es un pasito para atrás, un pasito para adelante —dice la madre.
Ella habla de esos momentos en los que aparece la fiebre, un signo de infección.
—Es lidiar con eso todos los días. Y con los partes: todos los benditos días.
La fiscal Silvia Maldonado, del Primer Turno, investiga el caso. Por ahora, identificó al hombre que manejaba la camioneta. Él, que no es el titular del vehículo, es de Bolivia y está prófugo. Maldonado ordenó su detención y su captura general, también a nivel internacional.
—La Justicia tardía no sirve. A la Mili me la chocan el primero y la investigación empezó el lunes tres. Ya pasó tiempo. El tipo se puede haber fugado. Si estaba alcoholizado, ya se le fue el alcohol en sangre —dice la madre.
Yanina no entiende cómo la fiscal no lo puede encontrar.
—No me puede decir que la persona no aparece. Que se ponga en el lugar de mamá. Estamos todos destruidos. Esta va a ser una navidad muy diferente para nosotros —sigue.
Hay una periodista que escribió esto:
«La vida cambia rápido.
La vida cambia en un instante».
Es cierto, es así: alguien está colgando la ropa, por ejemplo, y de pronto llega un llamado y la vida que conoce —que tenía hasta ese momento— se acaba.
*Para solventar los gastos de los viajes a Córdoba y de la internación de su hija, Yanina organizó una pollada (pollo a las brasas con pan y ensalada) que será el domingo 14 de diciembre. Cuesta 25 mil pesos y los interesados deben retirarlo (llevar recipiente) en el Patio Parroquial ubicado en Intendente Peña 475, en el barrio Ameghino de Villa María, entre las 11 y las 12.30. Quienes quieran hacer una reserva pueden comunicarse al 3534792510.
El hecho ocurrió por calle Salta, casi Parajón Ortiz, en barrio Ameghino. Policías lo atraparon al revisar las imágenes de un domo ubicado en el sector.
Gino y Hernán Ferrari, hijo y ex marido de la víctima, recibieron la pena máxima en el juicio que se desarrolló durante esta semana en la Cámara del Crimen de Villa María.
Carlos Daniel Gómez está acusado de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género por el asesinato de Mónica Viviana Salguero. Fue detenido por el crimen este jueves en barrio Lamadrid.