Dime cómo entrenas

Docentes, investigadores y becarios de Conicet trabajan en el proyecto «Trabajar/estudiar/entrenar en Sociedades 4.0: des-bordes corporales/emocionales (Villa María 2023-2024)», avalado por la UNVM. En este sentido, elaboraron una encuesta: respondela acá.

Por decir algo rápido, por hacer una síntesis, se podría decir esto: «Dime cómo entrenas y te diré en qué sociedad vives».

Sin embargo, también puede no ser rápido. Pedro Lisdero, investigador de Conicet y profesor de «Introducción a la sociología» en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), hace unos seis años que investiga, que intenta entender, junto con un equipo de unas doce personas (integrado por otros docentes, becarios de Conicet e investigadores de carreras como Sociología, Educación Física y Economía, también de otras universidades), cómo se transforman el trabajo y la educación en las sociedades 4.0, donde las tecnologías digitales cruzan la enseñanza, el entrenamiento, la vida.

Ahora, él trabaja en el proyecto «Trabajar/estudiar/entrenar en Sociedades 4.0: des-bordes corporales/emocionales (Villa María 2023-2024)», avalado por la UNVM.

—Estamos hablando de sociedades que están atravesadas por toda una serie de mecanismos: la aceleración de la velocidad de conexión a internet, la difusión masiva de herramientas individuales de contacto, el aumento de la capacidad y potencia de procesar datos —dice una tarde de agosto.

Hablar de sociedades, en plural, tiene razones.

—Se supone que hay un rasgo unificador en lo transglobal pero que, a su vez, tiene ciertas especificidades en las distintas latitudes. Como si se hubiesen reescrito los centros y periferias, las territorialidades.

Con sus colegas, Lisdero desarrolló una encuesta: está a orientada a gente de Villa María y Villa Nueva que se dedique a actividades relacionadas con el cuerpo, con el movimiento del cuerpo, con la educación y el cuerpo. Pueden responder, por ejemplo, profesores de educación física de diferentes niveles educativos y espacios, entrenadores, personal trainers, instructores de yoga, de pilates, de zumba, de danzas. La idea es conocer cuáles son las condiciones de trabajo, cómo usan las tecnologías digitales en sus trabajos y cómo se sienten con esas tecnologías tan dentro, tan insertas, tan metidas en sus prácticas.

 

—Cuando empezamos encontramos que tanto en el mundo del trabajo como en el mundo del entrenamiento, lo determinante de las transformaciones era la inserción del mundo digital —dice Lisdero. 

En eso estaban, al principio, cuando en 2020 llegó la pandemia y miraron, con más atención, lo que sucedía en los espacios educativos, formales e informales.

—Todos los profes que tuvieron que digitalizarse lo pudieron solucionar, ¿viste?

La pandemia legitimó algunas prácticas que ya venían observando y las expandió, las incrementó en cantidades.

—Hoy están más impregnadas en las personas y mutaron. Un ejemplo: un club de running. El entrenador se junta pero el monitoreo o seguimiento de los ejercicios se da a través de WhatsApp y de los relojes Garmin con los que el profe puede ver todo, hasta cuándo se frenaron.

En esos años, había una pregunta que todavía se repetía: «¿Cómo puede ser que los profesores den educación física a través de las redes?

Esa pregunta hizo que los investigadores se sigan preguntando para intentar comprender, ante todo, la intersección entre los espacios de trabajo y la virtualidad.

—Esta encuesta investiga cómo las personas que se dedican a las distintas disciplinas, que nosotros llamamos actividades físicas, están atravesadas por medios digitales y cuáles son los sentidos que se están poniendo en juego ahí.

 

El proyecto menciona «des-bordes corporales/emocionales».

—Supongamos que la transformación del mundo del trabajo tiene que ver con reinventar mecanismos para captar la vitalidad de los cuerpos —supone Lisdero.

Se imagina, después, a sí mismo, en lo que podría ser cualquier tarde.

—Parece que estoy descansando porque no estoy en horario de trabajo. Estoy navegando por internet, lleno un captcha para ingresar a una página y en esa instancia lo que estoy haciendo es digitalizando mi imagen y mi acción. La vitalidad de mi cuerpo es capturada por una empresa que la convierte en mercancía y la vende como servicio de digitalización a otras empresas. Genera ganancia.

Y uno, cada uno, no sabe, ni siquiera imagina, que está trabajando.

—Lo que hay es una transformación de los mecanismos para captar la vitalidad de los cuerpos. Vamos a llamarlos mecanismos metabólicos del capital.

El desborde, como idea, es una forma que nombra a la sobreexplotación, a la mayor cantidad de horas de trabajo, al incremento de los usos cualitativos del cuerpo.

—Pero a pesar de todo eso, afortunadamente no todas nuestras energías vitales son capturadas por estos mecanismos metabólicos.

 

Afortunadamente existen desbordes que tienen que ver con otra cosa, que no pueden ser capturados.

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