Más de 20 millones en murales para artistas de Córdoba y no se convocó a locales

La Municipalidad de Villa María contrató a artistas de la capital para realizar una serie de murales en la ciudad. En este marco, uno de los interrogantes principales es el siguiente: ¿por qué no se abrió un concurso público para que artistas locales puedan conocer los criterios de selección y presentar sus propuestas?

Durante unos dos meses, artistas de Córdoba contratados por la Municipalidad de Villa María han pintado, en la Costanera, frente al puente Perón y a la altura del Escenario Vanzetti, las letras corpóreas de Villa María. Han pintado, también, las paredes del puente Alberdi y las del puente de acceso a la ciudad, por la autopista Córdoba - Rosario. Han pintado, además, paredes en la Tecnoteca.

 

Esto podría tomarse como parte de un trabajo de gestión municipal que tiene para los villamarienses “un fuerte contenido simbólico, cultural y urbanístico”, según dijo el secretario de Gobierno, Cultura y Relaciones Institucionales, Marcos Bovo, en la fundamentación del pedido de pago por una de estas intervenciones. Sin embargo, esta contratación, también trae algunas preguntas:

¿Por qué no se convocó a artistas locales?

¿Por qué no se abrió un concurso público para que artistas locales puedan conocer los criterios de selección y presentar sus propuestas?

¿Por qué el área de prensa de la Municipalidad de Villa María —que comunica de manera frenética desde las novedades climáticas hasta los movimientos del intendente y las campañas de recolección de tapitas— no comunicó estas intervenciones en el espacio público?

¿Por qué una gestión que dice que el «arte es trabajo y desempeña un papel fundamental en la expresión y preservación de la cultura» no anuncia la inversión en murales ni informa el costo?

 

Que el Municipio invierta millones en arte público, es plausible. Lo que resulta, al menos cuestionable, es que no dé participación a artistas locales no solo porque en Villa María hay artistas con la formación y el oficio necesarios para pintar cada uno de los espacios que han pintado artistas de otra ciudad, sino porque también hay herramientas institucionales para convocarlos. Existen, por ejemplo, un registro de muralistas creado por el Museo Municipal de Bellas Artes Fernando Bonfiglioli y otro de Artistas y Profesionales en Artes Visuales, creado por la ordenanza 7.640, que establece la obligación de realizar convocatorias semestrales (que no se están haciendo) para integrar el registro y que exige publicar en el sitio web de la Municipalidad tanto la apertura de las convocatorias como el listado de los artistas que son parte del registro. Los artistas visuales perdieron ese espacio porque fue eliminado de la página de la Municipalidad. 

A esto se suma que hay un registro más, que la propia gestión del intendente Eduardo Acastello creó hace apenas unos meses. Se denomina «Registro Único de Artistas y Espacios Culturales Locales» y a fines del año pasado se presentó en el Salón Blanco. Allí estaba Bovo, que dijo: “Cuando comenzamos la gestión, con el intendente nos propusimos dos objetivos principales: el arte como trabajo y garantizar a la comunidad el acceso a la cultura y los bienes culturales”

 

El Municipio destinó 18.800.000 pesos para que se pinten las paredes de los puentes del acceso a la ciudad por la autopista. Para las intervenciones realizadas sobre las letras corpóreas se destinaron cerca de tres millones. De los murales del puente Alberdi y la Tecnoteca no se sabe.

En la documentación presentada por Bovo a la Secretaría de Economía, Transformación Digital y Desarrollo Productivo el 30 de agosto de 2025, se solicita la contratación directa de la artista, gestora cultural y productora de Córdoba, Melisa Tarragó. Ella, según el curriculum vitae que adjunta, es creadora de «La que te pinte», una productora de murales que fundó en noviembre de 2023 con la que ha hecho más de 260 mil metros cuadrados en murales.

 

Según informe presentado por el tribuno de cuentas Maximiliano Romero, que rechazó la contratación de esta artista, ella tiene inicio de actividad en ARCA desde el 01/05/2025, es decir apenas tres meses antes de ser contratada por la Municipalidad de Villa María como la persona con mayor experiencia para pintar o gestionar los murales. Incluso, como argumenta Romero, el proyecto contempla la contratación de ayudantes, pero Tarragó no se encuentra registrada como empleadora en la base de datos de ARCA. «En consecuencia, se solicita que se acredite la documentación correspondiente que demuestre de manera clara y legal la vinculación de estas personas con Tarragó Melisa, conforme a lo establecido por la normativa vigente», escribe el tribuno.

 

En el mismo momento en el que se presentaban estas notas, con el argumento de que «las artes visuales son una herramienta poderosa para la transformación social, entendiendo al arte como trabajo y a la cultura como un derecho vital, sensibilizando al público y generando conciencia», el Municipio tapaba, por segunda vez, un mural: el del artista local Raúl Olcelli. La primera vez había sido con el mural de Carolina Martínez en el playón deportivo del barrio Malvinas Argentinas, en homenaje al cabo principal Norberto Delfín Güizzo. Martinez, en aquella ocasión, lo tuvo que pintar de nuevo. Y el Municipio dice, repite, presume que el arte visual «no solo embellece o entretiene, sino que también tiene el poder de inspirar el cambio, fortalecer la identidad cultural de una comunidad».

 

Este tipo de acciones, de modos de hacer “gestión cultural”, ponen en evidencia varias cuestiones difíciles de ignorar. Mientras se habla del “arte como trabajo”, no se respeta a los trabajadores del arte local, ni sus trayectorias artísticas, y tampoco se tienen en cuenta las disputas y conquistas colectivas como lo fueron los registros creados en otras gestiones.  Mientras, se realizan contrataciones millonarias con la justificación de que los murales tienen «un fuerte contenido simbólico, cultural y urbanístico» que habla de la identidad de los villamarienses. Y se tapan murales de artistas que viven acá, se formaron acá y trabajan acá. 

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