Quedó inaugurado un nuevo espacio de Salud Integral Municipal en Villa Nueva
Se encuentra ubicado en Lima 1330, en barrio Malvinas Argentinas. Comenzará a funcionar mañana martes, de 17.30 a 20.
Cada domingo, a los feriantes de «Nave Emprendedora» les cobran por el tablón y no hay un ningún comprobante como constancia de pago. Esta es la historia de una administración pública que recauda sin documentación respaldatoria.
Algunas veces era una, algunas veces era otra, pero siempre una de las trabajadoras municipales de la Subsecretaría de Desarrollo Productivo, dirigida por Germán Tenedini. Alguna pasaba por la feria «Nave Emprendedora» y pedía dinero. Ellas se turnaban por domingo y cada emprendedor, cada emprendedora, entregaba el dinero acordado por el tablón. Después, en ocasiones, pasaban lista: una planilla donde los emprendedores firmaban para que quede registro de que habían puesto el efectivo. Y no más: no recibían ningún comprobante. Nunca quedó constancia de los pagos. Entonces, quedó constancia de la irregularidad en una gestión municipal que debe —debería— basarse en los principios de transparencia y rendición de cuentas.
En un mensaje de WhatsApp, Tenedini habla sobre esas trabajadoras municipales, facturantes, precarizadas. Con intenciones de mediar en un conflicto entre una de esas trabajadoras y una persona que emprende, dice lo que él llama una «infidencia». Escribe: «Las chicas, los domingos no los cobran. Lo hacen por la gestión, por mí y, sobre todo, por ustedes». Varias de esas chicas, de esas trabajadoras municipales renunciaron en los últimos meses por «maltratos» y salarios que no superan los 450 mil pesos. Pero, tal vez, por lo que dice Tenedini. Decir «por la gestión y por mí» es una idea romántica, una excusa, toda una manera de justificar la precarización laboral, de sobrecargarlas. Es esa idea —tan reproducida— del sacrificio, ante todo, para no mostrar, ni hablar de desigualdades, ni de poder.
«Nave emprendedora» es una feria municipal que comenzó a funcionar en abril de 2024. Se hace todos los domingos del mes en los quinchos de la Costanera, entre calles Entre Ríos y Mendoza, —excepto uno, cuando se traslada a la Plaza Pedro Viñas—. En agosto de ese año, algunos emprendedores se organizaron y crearon una comisión que les permitió, por aquellos meses, tener registro de los ingresos, de los gastos: de lo que se pagaba de luz, por el alquiler de los baños; incluso si sobraba dinero. Les permitía saber: estar informados e informar a los demás emprendedores sobre lo que se hacía con el dinero. Sin embargo, los últimos días de octubre, o los primeros de noviembre —luego de que algunos emprendedores renunciaran a la comisión por diferencias, discusiones, desacuerdos—, no se supo más nada de la comisión.
—Germán la cerró sin decirle a nadie —dice una persona que emprende.
Por lo demás, lo que ya se sabe: un día, de pronto, les comunican que tienen que pagar seis meses por adelantado para seguir participando de la feria, a pesar de que hay una ordenanza que dice otra cosa.
Se encuentra ubicado en Lima 1330, en barrio Malvinas Argentinas. Comenzará a funcionar mañana martes, de 17.30 a 20.
Las tareas en el templo villanovense contemplan la construcción de una nueva explanada.
La comunidad vivió una jornada de fe y reflexión que comenzó con la misa y que siguió, luego, con la procesión y una merienda.