Robaron en el local «Bla Bla Bla» y policías atraparon a un hombre

En el comercio rompieron una de las hojas de la puerta de vidrio y se llevaron diez parlantes. Cuando se realizó el allanamiento, los policías encontraron una moto robada y hubo otra detención.

Habrá un allanamiento y dos hombres detenidos, pero todavía no, porque todavía falta.

Ahora son las seis y cuarenta de la mañana del lunes 14 de Julio, y policías acaban de llegar a Rivadavia 250, en el centro sur de Villa María, donde funciona «Bla, Bla, Bla», un comercio que vende accesorios electrónicos. 

Recién llega y están hablado con la responsable de la tienda, Ornella Bonansea, que les está contando lo que sabe. Les cuenta que a las seis la llamó la dueña del inmueble para decirle lo que había notado: la falta de suministro eléctrico, daños en el tablero de la luz y en una de las puertas de vidrio de acceso al local. Bonansea confirma todo: una de las hojas de vidrio de la puerta está destrozada y la otra tiene grietas; no hay luz y las cámaras internas solo han grabado hasta las dos de la mañana.

Entonces, todos, empiezan mirar, a intentar ver qué falta y descubren que faltan cinco parlantes chinos —marcas Alaxe, Alaxe Pro max y Enjoy Your—, redondos y portátiles, que estaban en estanterías cerca de la puerta de acceso. Mientras, llegan los empleados y, juntos, siguen mirando y sirve la revisión porque se dan cuenta que faltan otros cinco, similares.

El fiscal René Bosio, de Turno en Feria Judicial, toma el caso con la secretaria Soledad Pepino, y dan las órdenes, las habituales: croquis, inspección ocular, fotografías, relevamiento de cámaras, encuestas para buscar testigos. Y el trabajo, en este caso, también sirve. La gente de la División Investigaciones identifica al autor del robo y Bosio ordena la detención. Poco antes de las diez y media de la noche, policías allanan una casa en Deán Funes 322, en el barrio Sarmiento de Villa Nueva. Ahí, lo atrapan: se llama Daniel Tulián, tiene veintiséis años, y queda arrestado por robo. Además, encuentran una moto negra, de 110 cilindradas y sin dominio colocado, que no tenía la pechera plástica delantera. Los policías se comunican con la central de comunicaciones, pasan el número de motor y así se enteran que la moto tiene pedido de secuestro, solicitado por la comisaría de Villa Nueva en enero. Entonces, queda detenido, también, Matías Ferreyra de veintiocho —que dice ser el dueño—, por encubrimiento.

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