Estacionamiento Medido: no informan cuánto se recauda ni qué se hace con el dinero

El tribuno de cuentas de Uniendo Villa María, Maximiliano Romero, presentó un pedido de informe a la Emtupse pero no le respondieron.

—Ellos —dice.

Sentado a la mesa de un bar, el tribuno de cuentas de Uniendo Villa María, Maximiliano Romero, dice «ellos» para tomar distancia, para separarse, para hablar de lo que están haciendo otros: en este caso, el oficialismo.

—Se caracterizan por esconder la información, por tener gobiernos y gestiones poco transparentes —dice después.

Una gestión poco transparente es la del Servicio de Estacionamiento Medido y Tarifado (SEMyT), que implementa y monitorea una empresa municipal que, además, maneja el transporte urbano de pasajeros y el servicio de riego, junto con la Cooperativa 15 de Mayo. Que, además, nunca rinde cuentas del dinero que recauda cuando alguien, como el tribuno Romero, le pide información.

En los papeles, esa empresa municipal se denomina Empresa Municipal de Transporte Urbano de Pasajeros Sociedad del Estado.

Se le dice, por sus siglas, Emtupse.

 

El Tribunal de Cuentas lo integra gente que debe controlar los recursos y gastos de la municipalidad —y de los organismos dependientes, como la Emtupse—. El trabajo consiste en revisar órdenes de pago, controlar los procesos de contratación y dictaminar sobre la ejecución del presupuesto y el balance.

Para trabajar, Romero necesita información. El artículo 157 de la Carta Orgánica Municipal (COM), en el inciso 17, explica que los miembros del Tribunal de Cuentas pueden solicitarle datos «a cualquier repartición u oficina del Estado Municipal, (…) empresas con participación municipal y personas privadas prestadoras de servicios públicos». 

Romero ha exigido los datos porque, del estacionamiento medido y tarifado, se saben apenas algunas cosas. Que rige desde el primero de abril de 2024, después de que el Concejo Deliberante convirtiera el proyecto en la ordenanza 8.040 el 9 de febrero de ese año. Que la gente que debe pagar —a través de la aplicación «Villa María Ciudad»— es la que estaciona entre calles Salta y San Luis, Rucci-Mariano Moreno y los bulevares España-Alvear. Que hasta hace poco funcionaba de lunes a sábado de 8 a 13 y de 15 a 20 y que ahora, hasta el 30 de agosto —informó el Municipio— los sábados no se cobrará para «acompañar a los comerciantes» durante el invierno y «promover las ventas» en los comercios del «microcentro». Que si bien hay abonos y bonificaciones, el costo por hora es de 500 pesos. Que ocho horas por día significan 4 mil pesos. Que por semana (de lunes a sábado), se necesitan unos 24 mil. Que por mes hacen falta 96 mil. Que el objetivo de este «servicio» es ordenar el tránsito. Que lo recaudado es para sostener el transporte de pasajeros, para optimizarlo. Que también, parte de lo recaudado, se debe destinar a los Bomberos de Villa María y a las asociaciones civiles vinculadas a las personas con discapacidad: el monto y los beneficiarios los define el Ejecutivo. Sin embargo, no hay datos oficiales sobre el porcentaje que le transfiere mensualmente a cada institución, a pesar del pedido de informe. 

Se sabe también que el 28 de diciembre de 2024 Bomberos recibió más de 3 millones y el CEMDI, más de un millón ochocientos mil. Entonces: los aportes deben ser mensuales y ese 28 de diciembre, el presidente de Bomberos, en el acto de entrega del aporte, dijo: «Queremos agradecer este aporte que recibimos trimestralmente». Esa información —publicada en la web del municipio— es la última disponible sobre el dinero destinado a las instituciones.

 

—Desde enero de 2024 hasta la fecha, la Municipalidad le ha transferido 1.300 millones de pesos para su funcionamiento —dice Romero un día de mediados de abril.

Son 1.300 millones y la Emtupse no rindió nada.

Por eso, un pedido de informe tiene sentido. El dos de enero de 2025, como ha hecho en otras ocasiones, Romero presentó uno dirigido al señor Hugo Fernández, presidente de la Emtupse, para que él entregue, en un plazo de diez días, la información comprendida entre el 1 de enero de 2024 y el 31 de diciembre de ese año. La información es la siguiente: la cantidad de dinero recaudado por el estacionamiento medido, la cantidad de multas registradas, la rendición de los fondos recibidos por la Municipalidad de Villa María y la copia de los comprobantes, los detalles de todos los ingresos y gastos, las inversiones, el inventario de bienes, el detalle de cuentas por cobrar, el detalle de proveedores y acreedores, el detalle de otros pasivos, el informe de juicios (si los hubiera), los datos de valores a depositar, el listado de cheques de pago diferido, el detalle de deudas por obligaciones sociales como sueldos, cargas sociales y seguros, los libros diario y mayor de la cuenta contable caja, los libros diario y mayor de las cuentas bancos, los resúmenes bancarios.

 

—No sabemos, si a lo mejor, tiene otra unidad de negocio que los villamarienses no conocemos —dice sobre la Emtupse.

También podría ocurrir que coloquen el dinero en fondos comunes de inversión.

—Lo hemos visto con la Municipalidad. Juegan con la bicicleta financiera. Deberían destinar la plata al arreglo de calles, seguridad, educación. La ponen en el banco y generan intereses —recuerda Romero y explica que, en el balance municipal, dentro de los ingresos municipales, vieron hace un tiempo que figuraban intereses por depósito.

Se pregunta por los gastos de la Emtupse.

—¿Cuánto pagan de honorarios profesionales, de publicidad, por reparaciones?

Piensa, además, en las inversiones.

—Si han comprado algún bien, computadoras, si invirtieron en software, si han comprado colectivos nuevos.

Tampoco hay datos sobre el inventario.

—¿Cuántos colectivos tienen? ¿Son de la Emtupse? ¿Alquilan? No sabemos si tienen vehículos utilitarios. Hay autos a lo mejor.

Y se pregunta también por los trabajadores.

—¿Cuántos empleados tiene la Emptupse? Queremos saber si están en blanco, si les están pagando los aportes.

 

La Carta Orgánica, en el mismo inciso 17 del artículo 157, dice que si hay entorpecimiento de la tarea de los tribunos —o negativa, reticencia, negligencia en los informes— hay «falta grave». Acá aparece el problema: la «falta grave», de la que se habla en 10 artículos de la Carta Orgánica, no está regulada. El año pasado se presentó un proyecto para que exista un efecto, para que se reglamente la «falta grave». Se analizó en comisiones. Después, nada. Los concejales no lo trataron.

 

En julio de 2024, comerciantes protestaron en Plaza Centenario contra el estacionamiento medido y tarifado porque, desde su implementación, dijeron que bajaron las ventas. Pasó casi un año y la gente sigue pagando, incluso cuando estaciona frente a su casa —si la casa no tiene garaje— o frente a su trabajo. O cuando va al médico o cuando hace un trámite o cuando necesita pasar por el súper. Algunos siguen quejándose. 

Pero la gente no tiene alternativas: debe ingresar a la aplicación «Villa María Ciudad» y pagar. Esa aplicación que gestiona la Municipalidad de Villa María, la misma que dice que esta ciudad es una «ciudad abierta». Donde nadie sabe qué hace el Municipio —y las dependencias municipales— con el dinero de la gente.

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