Los Reyes de Barrancas

La familia de Panificación Barrancas del Río regaló donas previo a la celebración de Reyes Magos.

—Fue un día particular —dijo Emanuel Caro.

Hijo de Marcelo Caro y Sonia Izaguirre, él trabaja con ellos y con su hermano Francisco en Panificación Barrancas del Río, que ya tiene tres generaciones encima y que tiene su fuerte: los productos que acompañan al mate en la Costanera.

La familia no se despertó, como todos los domingos, a las nueve, diez.

Este domingo 5 de enero, la familia se despertó a las siete de la mañana y empezó a cocinar. También se sumó otra de las hermanas, Yazmin, que trabaja como gestora. Cocinaron de más porque además de vender como todos los días en el puesto de avenida Savio y Costanera —la panadería está a una cuadra, en Araucanos 2345—, parte de la familia se vistió de Reyes Magos y salió a regalarle donas a los más chicos: entregaron entre ciento cuenta y doscientas.

—Se acercaron mucho; muchos niños de las familias más vulnerables de la ciudad —dijo Emanuel.

Aquella parte de la familia son los nietos Rodrigo y Ramiro Caro, de doce, y un amigo —que es como un tío, dijo Emanuel— que se llama Raúl Giovanini, de unos sesenta. El trío, con más de treinta grados, se cambió la ropa, cargó canastos con donas y, con más de treinta grados, a las tres de la tarde ya estaban en Barrancas del Río listos. Le dieron parejo hasta la tardecita.

Todos los años, y por lo menos desde hace diez, lo hacen por la gente, para la gente.

—Tiene una instancia previa de reflexión que se abre con el espíritu navideño, en toda la previa de celebraciones. Agradecemos a todos los que nos apoyan.

Agradecen a los clientes con algún gesto: esta vez con donas y ha sido, en alguna otra ocasión, por ejemplo, con pan dulce.

Emanuel también habló de su madre.

—Surgió esta idea de parte de mi mamá, es la cabeza. Está atrás de todo y también ordena un montón. Ha ideado la mayoría de las cosas que están en Barrancas —dijo y valoró su creatividad.

 

Ella: la madre, el cerebro. Enfermera además.

Marcelo, la columna vertebral.

Francisco, el corazón.

Y Emanuel, dijo de sí, la piel.

 

Varios cuerpos que funcionan como uno.

 

“Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?»” es esa frase que aparece en el Evangelio de Mateo 2, 1-2 (versión Reina-Valera, 1960). Y esos magos llegaron guiados por la estrella tan conocida, la de Belén.

—Nosotros somos esos reyes. Seguimos esas estrellas y cuando vamos hacia allá vamos a ofrendar.

 

Hacia allá: hacia Barrancas y sus niños.

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