Universidades de paro: se reclama por la pérdida de poder adquisitivo y el desfinanciamiento

"La única certidumbre es que vamos a tener un año difícil, muy difícil, tal vez más difícil que el 2024, que fue extremadamente complejo", dijo Luis Negretti, rector de la UNVM, en la que no habrá actividades ni lunes ni martes.

—La única certidumbre es que vamos a tener un año difícil, muy difícil, tal vez más difícil que el 2024, que fue extremadamente complejo —dice.

Es el mediodía del viernes 14 de marzo y el que dice es Luis Negretti, el rector de la Universidad Nacional de Villa María.

Hace ya unos días, el Frente Sindical de las Universidades Nacionales —que agrupa a los principales gremios de docentes y no docentes— ratificó el paro de 48 horas para el lunes 17 y martes 18 porque el sueldo no alcanza, porque hay desfinanciamiento, porque el 2025 empezó con un presupuesto prorrogado: porque, como ha dicho Federico Montero de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), hay una «completa arbitrariedad en el manejo de los fondos públicos, dando lugar a la extorsión por parte del Gobierno respecto de quiénes reciben y quiénes no».

En la UNVM, como en otras universidades, la ecuación es sencilla: al no haber un incremento en las partidas presupuestarias, se deteriora el funcionamiento, por ejemplo, de las actividades de extensión y vinculación, y la producción de conocimiento.

—Más importante aún es el atraso en el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores tanto docentes como no docentes, que de acuerdo a las estimaciones de los gremios es de alrededor del 40 por ciento. Y no vemos que haya una voluntad de ir recomponiendo ese rubro —dice Negretti, después.

 

La inflación de enero a diciembre de 2024 fue del 117,8 por ciento.

 

El sistema universitario argentino está integrado por sesenta universidades y todas están en la misma. Negretti defiende el diálogo, la charla con las autoridades que corresponden: en este caso las nacionales. Sin embargo, en este caso —dice— no hay una mesa permanente ni una mesa paritaria. 

—Es difícil encontrar un lugar de conversación y negociación. Por eso el paro de trabajadores la semana que viene. Casualmente, en este momento hay una reunión de referentes de comunicación de todas las universidades para tratar de instalar estos temas de nuevo y contrarrestar algunas cuestiones que se alejan de la realidad —sigue diciendo.

Contrarrestar es elaborar discursos que tengan algo para decirle a otros discursos: esos otros discursos como el que se repitió tanto durante 2024 y que dice que las universidades «no quieren ser auditadas».

 

La política de comedor universitario consistía en que todos pudieran comer: en que los precios fueran accesibles.

—Una de las decisiones dolorosas que tuvimos que tomar fue actualizar, el año pasado, los precios. No digo a valores de mercado, pero sí para que el comedor sea una unidad dentro de la universidad que no genere un déficit importante. Hoy no es una política que no podamos sostener, pero sí es cierto que es un servicio al que no todos pueden acceder. Nos apena mucho haber tenido que abandonar esa política porque era una política de inclusión.

 

—No, no. No. Para nada. Yo nunca vi una crisis de esta naturaleza en el sistema universitario.

En 2018 hubo dificultades, recuerda Negretti, pero las solucionaron. Ahora, en cambio, la crisis avanza, amenaza, abrasa: se mete en todo. 

Está metida en las obras: desde diciembre de 2023, en la UNVM están paralizadas las obras de un Centro de Salud Escuela de casi mil metros cuadrados, un módulo áulico (aulas debate-taller) de un edificio de dos plantas de casi dos mil metros cuadrados y la sala de uso común de las carreras de las licenciaturas en «Composición Musical con Orientación en Música Popular» y de «Diseño y Producción Audiovisual».

Está dentro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

—Los salarios se han depreciado tanto que hay gente que ya está empezando a incursionar en el sector privado. Y no hay dinero para comprar insumos para las investigaciones. Eso complica muchísimo poder avanzar y generar los vínculos necesarios con empresas, con organismos para que esos procesos puedan continuar y dar sus resultados. Porque, además, no son procesos de meses o de un año, se dan a lo largo de muchos años. La interrupción de esos procesos daña —explica.

 

Y volver, después del daño, cuesta. Cuánto cuesta. 

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